“Con Kamiku saboreas el auténtico sabor de la leche, sin alterar, como la que toman nuestros corderos”
Kamiku proviene del nombre de nuestra casa familiar. Aquí existe la costumbre de llamar a las personas por el nombre de la casa, nosotros somos Kamiku. Kamiku es nuestra historia.
A pesar de tener nuestros propios trabajos, con mucha pasión y coraje decidimos dar forma a nuestro sueño de emprender juntos y decidimos comenzar esta aventura y dedicarnos a nuestra gran pasión: la elaboración de quesos de oveja.
Apostamos todo para montar una quesería integrada en la naturaleza, respetando los recursos, generando empleo en la zona rural, elaborando quesos de forma artesanal a partir de recursos naturales, para devolver al mundo un producto respetuoso con el entorno y la sociedad.
Queríamos crear un queso diferente, suave, cremoso y arraigado a nuestras raíces. Somos de Legasa, un pequeño pueblo en pleno Pirineo Occidental, aquí hemos crecido, en el caserío, en este entorno rural y rodeados de este bello paraje repleto de montañas y verdes prados.
Nuestro objetivo siempre ha sido elaborar un queso de forma artesanal, siguiendo un proceso de elaboración propio de la zona a partir de leche cruda de nuestras ovejas.
Empezamos con un rebaño de ovejas y fuimos a aprender a infinidad de queserías de País Vasco y Francia. Aprendimos muchísimo y comprobamos que elaborar queso es un proceso muy versátil que puedes personalizar dándole un estilo propio.
Tras un largo período de I+D llegamos a dar con el que, hoy en día, es nuestro producto estrella: el queso curado con corteza natural de Mohos de Bertiz.
Ahora nos ayudan nuestros tres hijos, lo cual nos enorgullece enormemente. Podemos decir que somos una gran familia, comprometida en ofrecerte un queso de calidad que te traslade al campo y te evoque los valores rurales, la tranquilidad y el disfrute de las pequeñas cosas.
Nuestro rebaño está formado por ovejas de la raza Lacaune, raza originaria de la región Roquefort (Francia) y con la que se elabora el queso con Denominación de Origen Roquefort.
Una vez realizado un arduo estudio sobre las características de las diferentes razas existentes en la zona escogimos esta por 3 razones:
En Kamiku optamos por la producción anual. Nuestras ovejas paren escalonadamente a lo largo de todo el año. Esto nos permite obtener la misma leche (a nivel de cantidad de grasa, proteína, lactosa…) durante todos los meses y gracias a eso conseguimos ofrecer un queso homogéneo durante todo el año al consumidor.
Para nosotros es de vital importancia el bienestar de nuestras ovejas. Durante la mitad del año pastan al aire libre y la otra mitad se encuentran a cobijo. Supervisamos su alimentación, con forraje cultivado en nuestros propios terrenos, controlando en todo momento los valores nutricionales.
También nos aseguramos de que realicen ejercicio, para garantizar una salud
óptima. Contribuimos a mantener viva la esencia del pastoreo, uno de los oficios más tradicionales del mundo rural, paliando el problema de la despoblación rural.
Estamos muy comprometidos con la sostenibilidad medioambiental. Contribuimos a través de una gestión sostenible de los recursos medioambientales, con la elaboración de estiércol y el aprovechamiento del suero, por ejemplo.
Uno de los principales atractivos del valle para los visitantes es el Parque Natural “Señorío de Bertiz”, enclave natural de 2.052 hectáreas, donde encontramos uno de los bosques más importantes de Navarra. Su buen estado de conservación hace que sea un bosque con un alto valor ecológico.
Aquí encontramos una de las mejores muestras de hayedo mixto que se encuentran en Navarra, acompañado de un surtido de regatas y pequeñas cascadas de aguas claras, que lo convierten en un entorno de una belleza sublime.
El mayor tesoro del parque es su jardín botánico, donde se pueden admirar más de 120 especies de árboles y arbustos, combinando especies autóctonas con otras traídas de lugares remotos. Algunas de las especies más curiosas son el ciprés calvo, los cedros de Líbano, el gingko de China, secuoyas de California y bambúes.
El Valle ofrece multitud de opciones para conocerlo, desde rutas en bicicleta como la Via Verde del Bidasoa, distintos senderos a pie o incluso paseos en segway, que discurren por delante de nuestro caserío.
Nos encontramos en una zona que mantiene diversas celebraciones tradicionales desde tiempos inmemorables, como los carnavales de Ituren y Zubieta, declarados fiesta de interés turístico. Se celebran a finales de enero o principios de febrero. Los zanpantzar son los personajes principales de esta fiesta. Otra curiosidad de la zona es el deporte rural, destacan las modalidades deportivas de corte de troncos realizado por aizkolaris y el levantamiento de piedras que practican los harrijasotzailes.
Además del queso de oveja, otros platos que destacan en la gastronomía de esta zona son los talos, una especie de torta elaborada con harina de maíz, amasada manualmente, que se rellena con queso, tocino o chistorra, el salmón del río Bidasoa, que retornan a este río desde las aguas del Mar del Norte, o los hongos Boletus, hongo beltza, que se recogen en otoño en los montes y bosques de la región. Todos estos platos se pueden acompañar con sidra, bebida propia de esta zona, obtenida fermentando el zumo de manzana.